“¡Cuéntanos un cuento que nos inspire y nos anime, por favor!” suplicaron los críos en medio de su trabajo de clase
…Muy bien” respondió el padre…Os contaré la historia de Currita!
…Currita pasaba los días dibujando, soñando, imaginando…. Pero fue creciendo y poco a poco se fue desconectando de su imaginación y de sus sueños, de su mundo interior y sus juegos…
… debía complacer, ser fuerte y dejarse la piel en todo. Amable, colaboradora y siempre preocupada por complacer a los demás y ser aceptada…
…Y así pasaba su vida, imparable hacedora… Nada era suficiente…Un día Currita estalló y su mundo se derrumbó al diagnosticarle una enfermedad grave, muy grave…”
Así, comienza mi cuento, “Una historia que vivir”, la historia de mi transformación a través del personaje de Currita. Hace tiempo que quería hacerlo e ilustrarlo con momentos significativos a lo largo de mi vida. He puesto todo mi amor y toques de humor para que sea algo tierno, a pesar de la dureza de algunas experiencias, para que resulte alegre, emotivo e inspirador, y que refleje, escueta pero fielmente, mi vida y mi reconstrucción.
Elegí Currita en honor a mi madre porque así es como siempre me ha llamado. Buscaba un dibujante que ilustrara de forma simpática algunos de mis momentos, y así fue como, casualmente, encontré a la autora de mis viñetas: Merche Valle, de Currita Camiseta. La vi en su web, hablé con ella y supe desde el primer momento que lo bordaría. Superó mis expectativas. ¡Desde aquí, le mando un beso fuerte y todo mi agradecimiento por su extraordinaria sensibilidad y creatividad!
Me dicen que pongo mi corazón en todo lo que hago, y es cierto, pero aquí la cosa va más allá, porque es mi corazón en sí mismo.
Te invito a que leas todo el cuento aquí. Estoy segura de que lo disfrutarás.

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