¿Te has parado a pensar qué emoción habita dentro de ti en cada momento y cómo se relaciona con tus pensamientos, con tus sensaciones corporales y con tus acciones?
En este breve artículo te ofrezco una primera y básica introducción sobre cómo gestionar tus emociones.
Lo primero, recuerda, que puedes sentir las emociones como agradables o desagradables, y que muchas veces unas ocultan otras, pero no hay emociones buenas ni malas. Todas ellas vienen a traerte un mensaje que si lo identificas podrá ayudarte mucho a conocerte y a relacionarte de una forma hábil y sana, contigo mismo y con las personas que tienes a tu alrededor.
Aquí te ofrezco un decálogo, una guía básica de pasos para conocer tus emociones:
1) Lo primero, permítete sentir la emoción.
2) ¿Es una emoción primaria o está ocultando otra más profunda? Por ejemplo, muchas veces, la rabia oculta a la tristeza o al miedo, que son, en esos casos, las emociones primarias.
3) ¿Cómo la estas viviendo?¿la vives de forma repetitiva en tu vida? ¿es desproporcionada a lo que está pasando en el momento en que la sientes?
4) Identifica el lugar de tu cuerpo donde la sientes.
5) Acepta que sientes esa emoción.
6) Respira hondo y dale la bienvenida.
7) Habla con ella. Entendamos su mensaje: pregúntale:
«¿Desde cuando estás ahí conmigo? ¿Para qué viniste? ¿Cómo me quieres ayudar? ¿De qué me quieres proteger? ¿Qué intención positiva me traes?»
8) Exprésala, compártela con alguien de confianza, desde el coraje y la vulnerabilidad. Si no tienes a nadie con quien compartir, busca la manera de expresarla (yo lo hago, por ejemplo, a través de la escritura, allá donde esté, cojo un lápiz y un papel y descargo todo de esta forma)
9) Agradece a la emoción que esté ahí porque tiene una función, una misión, o la tuvo alguna vez, y viene para enseñarte algo, para que crezcas.
10) Y, por fin, utiliza su energía para avanzar con ella al lado. Las emociones forman parte de nuestra naturaleza y, afortunadamente, no van a dejar de estar ahí, pero, amigándote con ellas empezarás a ver cómo, esas que te paralizan y te bloquean, pierden protagonismo, y ahí es cuando empezarás a ser tu misma, tu mismo.
Te invito a que lo pruebes!

0 comentarios